Hace algo más de un año Carlos Mazalán, amigo de la industria, que dirige Mazalán Comunicaciones me presentó el movimiento Slow Business cuyo lema es: "el tiempo es nuestro aliado". Slow Business propone como uno de sus valores seguir la corriente del movimiento Slow la cual busca promover la calma de la actividades humanas.
No es adecuado pensar que este movimiento intenta reducir el tiempo de los negocios, sino más bien hacer negocios de una manera diferente a la habitual. Existe, y cada vez es más notorio, una forma acelerada de hacer negocios que se refleja en el espíritu actual de la IT local. Quizás en esta forma del "todo para ayer" que se ve reflejada en modismos como "estoy a mil" o "no me alcanza el tiempo" tenga mucho que ver las comunicaciones online, el mail, los SMS, el MSN, Facebook, Twitter y todo el furor de la comunicación sin esperas en tiempo "online, si es que algo así verdaderamente existe.
Este furor provoca una ansiedad por los resultados inmediatos que en casos severos llega a convertirse en trastornos de pánico cuya característica esencial es la presencia de crisis recurrentes de ansiedad. Esta ansiedad en los ambientes laborales fomenta el acoso moral y lo que se conoce como Mobbing, que hablando en criollo es el hostigamiento en el trabajo. De este tipo de actitudes y comportamiento en el rubro IT tenemos ejemplos de los más variados colores.
Estará no muy de moda plantear esta visión heterodoxa de difundir el pensar para hacer, el reflexionar, el preguntarse ¿por qué? y sobre todo lo más importante ¿para qué?¿Para qué trabajamos en lo que trabajamos?¿Para qué hacemos lo que hacemos?. Este tipo de preguntas peligrosas son las que nos hacen reflexionar y enfrentarnos a cierta realidad.
El preguntarse para qué no es algo que este fuera del ambiente de los negocios y de hecho, creo, los impulsa. Al preguntarse para qué nos remitimos a los valores que las compañías tienen y promueven en sus espacios de trabajo. Por ejemplo, una persona puede estar "ensamblando PC´s" o "ser el líder en ventas de X producto" o bien puede "llevar la informática a todos los colegios para un mejor futuro del país".
Uno podría estar tentado a pensar que esto es lo mismo bajo el revestimiento de cierta moral marketinera. Pienso que no es lo mismo la actitud de alguien que vende un disco rígido que la de alguien que cree que construye la sala de computación para sus hijos o que ayuda a reducir la brecha digital.
La informática argentina tiene un rol cada vez más relevante en la vida del pueblo argentino y dicho rol requiere de gran responsabilidad si es que nos interesa construir un país con futuro para las generaciones venideras. Suena grandilocuente, pero me niego pensar que uno viene a la vida a ayudar a cientos de tipos a hacer negocios, juntar dinero y llevárselo a la tumba.
Me gusta pensar que desde este pequeño lugar estamos impulsando la tecnología como motor de cambio y progreso de la sociedad argentina. Creo que si perdemos esta visión, si vamos a mil, si no vamos más despacio y reflexionamos caeremos una vez más en una ansiedad cuya adicción es más fuerte que el tabaco y tan estúpida como ésta.
Espacios planteados como los de Slow Business son un llamado de atención, un lugar para la reflexión. Creo que es algo que vale la pena difundir, y también creo que hay mucha gente pidiendo este espacio. Festejemos que ha sido creado y acompañémoslo pacientemente en su desarrollo.
Publicado por Gabriel Suárez el Lunes 19 de Julio de 2010
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