En el día de ayer, tuve un sentimiento de gran frustración con el modelo productivo que hemos venido impulsando desde hace mas de diez años. Dos noticias me impactaron y representan un claro retroceso, en el proceso que se inició haya por el año 2000.
Por un lado la notificación que Motorola se retira del país.
Canal-Ar publicó ayer la siguiente noticia: "Motorola Solutions transfiere su centro de desarrollo a Globant"
Motorola fue la primera empresa que productivamente se instaló en el país, para desarrollar software a nivel corporativo, cuando aún estábamos en el 1a1. Instaló la idea que Argentina era un país confiable y con recursos humanos calificados para competir con otros centros mundiales de esa empresa. Durante años, hemos hablado de Motorola como la empresa emblemática y nos ayudó a mostrar a muchas corporaciones que era posible desarrollar software competitivo desde Argentina. Estuvimos con ellos en Washington, en Londres y en otros destinos, hablando de la industria SSI Argentina.
Por supuesto que la noticia tiene un costado positivo, en lugar de cerrar, transfiere las operaciones a Globant, la dinámica y creciente empresa Argentina que próximamente estará lanzando su IPO en Wall Street. Bien por esa parte, se resguardan los puestos de trabajo, y una empresa Argentina les seguirá desarrollando, al menos por un tiempo. Pero quienes sabemos leer estas decisiones, sabemos que es una forma de retirarse de un mercado haciendo poco ruido.
Ya hace unas semanas cerró su centro de soporte corporativo mundial Symantec, que no tuvo la misma repercusión que su apertura, hace poco mas de tres años.
Parece que el título de "Se instala una empresa internacional por mes" de hace unos cinco años, se podría reconvertir agregando un "des".
Pero la segunda noticia vino de una reunión con inversores internacionales
Luego de un proceso de negociaciones para que un fondo latinoamericano invierta en una empresa Argentina con filiales en varios países, el comentario resultó lapidario: "Nosotros estamos dispuestos a realizar una importante inversión en la empresa porque nos resulta muy atractiva, con la salvedad de las operaciones de Argentina. Ese país no tiene seguridad jurídica y no podríamos retirar nuestros dividendos. Ademas es impredecible por lo que la inversión esta supeditada a que la empresa cambie su headquarter a otro país latinoamericano".
La desazón no puede ser mas grande cuando se reconoce la empresa pero no el origen, y este pasa a ser una mochila difícil de ser llevada. Ya habíamos escuchado ese argumento, pero nunca enfrente a una negociación concreta y tan taxativamente expresada.
Todo el trabajo y el esfuerzo puesto en la última década para posicionar a Argentina en los mercados mundiales como productor de software y proveedor de servicios, que tantos buenos resultados le ha producido al país, se ve amenazado. No por pérdida de competitividad, ni falta de dinamismo de nuestras empresas o profesionales, si no por condiciones macro-económicas y jurídicas que hacen ya no solo poco atractivas si no directamente inviables, algunas de las actividades productivas.
Déjenme decirles algo: esta no es la Argentina que el Presidente Kirchner dejó al fin de su mandato. Durante cuatro años se impulsaron muchas iniciativas que dieron por resultado lo que hoy vemos. De allí en mas, solo fueron retoques y ufanarse por lo que realizado. Una política inflacionaria que claramente fracasó, empezando por negar un aumento de precios que hoy supera el 30%, con subsidios millonarios que el estado ya no puede pagar, y que eclosiona en una crisis cambiaria, por impericias en el manejo. Una gestión marcada mas por comunicar que por producir hechos concretos. Y un caldo de cultivo que ha permitido numerosos negocios no transparentes y despilfarros en gastos improductivos e innecesarios. Tal vez no sea la intensión del gobierno central sostener una política que afecte a la industria tecnológica, pero la falta de idoneidad, e impericia de algunos funcionarios, está generando condiciones muy poco agradables para realizar negocios.
Y no estamos hablando aquí de no atender la demanda de la gente de menores recursos, algo absolutamente necesario en una Argentina que no sale de la pobreza. Por que nadie puede decirme que se atienden las necesidades de los mas humildes, cuando se desconoce la inflación, el peor flajelo de las clases bajas.
Mientras se ponderan las chirolas que se han destinado para apoyar la Ciencia y la Técnica en Argentina, se gasta cien veces mas, en la política y sus actividades vinculadas. Lo primero es muy bueno y ponderable, pero comparando con los gastos de la segunda, suena a propaganda.
Y para muestra basta un botón, la secretaría de Información Pública, tiene el doble de funcionarios de jerarquía que el Ministerio de Ciencia y tecnología. Y ni hablar de presupuesto.
En fin....yo no sé como seguirá el proceso ni tampoco quiero declamar un tiempo pesimista. Pero nada me dice que no se profundizará.
Ayer me sentí frustrado, realmente. Y no puedo comprender que este gobierno sea quien este borrando con el codo, lo que escribió con la mano. Podría quedarme callado, como muchos hacen, pero así como hemos ponderando las buenas acciones, debemos alertar sobre las que no lo son, intentando sumar al debate plural que debe ser la base de la construcción de una República.
No es bueno que se vayan las empresas internacionales, y peor aún es que los inversores nieguen directamente la inversión en Argentina. Esos fondos los destinaran a otros países, que tarde o temprano se llevarán la inteligencia Argentina afuera.
Si alguien cree que estoy equivocado, los invito gentilmente al debate. Hasta tal vez pueda hacerme sentir menos frustrado...
Publicado por Carlos Pallotti el Martes 24 de Julio de 2012
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